Este fin de semana, nos apetecía hacer una escapada con nuestros hijos cerca de Madrid, así que hemos visitado Madrigal de la Vera, en Cáceres. Limitando con el Valle del Tiétar, en Ávila, y a escasas 2 horas de Madrid. Situado en un enclave precioso, a los pies de la Sierra de Gredos y junto al Río Tiétar. Os cuento nuestra experiencia incluyendo información muy útil por si os animáis a realizar esta misma escapada otro fin de semana, con o sin niños.
También podéis leer nuestro viaje en familia por el desierto, nuestro viaje a Tailandia o cómo organizar un safari en Kenia con niños ¡por si necesitáis inspiración para vuestros viajes familiares!
Durante nuestro fin de semana con niños cerca de Madrid, nos alojamos en la rivera de Garganta de Alardos, en el Madrigal de la Vera. Un paseo que cuenta con numerosos alojamientos turísticos, que se sitúan justo enfrente de una sucesión de piscinas naturales, ideales para pasar el día a remojo, o pegarse un agradable chapuzón después de un largo día conociendo los alrededores. Si tu escapada de fin de semana es con niños, un divertido baño al atardecer puede ser la guinda que ponga fin a un perfecto día de diversión en familia ¡nosotros al nenos hemos disfrutado intensamente!
Día 1 de nuestra escapada de fin de semana con niños cerca de Madrid (viernes):
Aquí os dejo un enlace sobre madrigal de la vera, donde podéis obtener más información sobre la zona, y sobre los charcos más conocidos para bañarse. Además, a lo largo de este paseo podemos disfrutar de El Mirador del Cardenillo, así como de la Ermita de San Cristóbal, y El Puente Romano, con sus amplias piscinas naturales, y un restaurante desde el que disfrutar de unas agradables vistas. Justo enfrente del restaurante, al otro lado de la carretera se encuentra El Camino Viejo, que llega hasta el pueblo.
La verdad es que estas piscinas han sido todo un descubrimiento para nosotros, que en un principio llevamos el bañador pensando sólo en “mojarnos los pies en el río”. Escogimos el alojamiento pensando en las múltiples posibilidades que ofrecía su ubicación, para explorar el entorno, pero las posibilidades y la belleza que ofrecía esta ubicación por sí misma ha sido la mejor sorpresa de nuestra escapada con niños cerca de Madrid, éste fin de semana.
Apenas se tarda dos horas en llegar desde Madrid, por lo que, saliendo después de comer, aún se puede aprovechar la tarde del viernes, para chapotear un poco en el río, y recibir así el fin de semana disfrutando en familia en un entorno natural privilegiado. Hacía mucho calor y la temperatura del agua era agradable, así que lo disfrutamos mucho.
Lo peor de la experiencia… ¡salir del agua! no os va a resultar fácil sacar a los niños del agua por voluntad propia, así que, si vais a repetir la experiencia yo que vosotros me pensaba una buena excusa para cuando toque irse. La piscina de bolas del camping de al lado puede ser un buen plan B, ¡pero ya os lo contaré cuando toque!
Por la zona, sin coger el coche, también se puede montar a caballo y hacer varias rutas de senderismo. Desde el otro lado del Puente Romano, sin ir más lejos, comienza la primera etapa de GR 180, que recorre todo el Valle del Tiétar hasta El Sotillo de la Adrada. La primera etapa, de algo más de cinco horas de duración, es particularmente interesante porque pasa por la Ermita de Chilla, y llega hasta el Yacimiento del castro celta de El Raso. Un yacimiento arqueológico, de la Edad de Hierro. El más importante de la provincia de Ávila ¡y que bien merece una visita! Os dejo aquí los datos para que le echéis un vistazo. Esta ruta es ideal, ya que el nivel de exigencia física no es muy elevado.
Sin embargo, si vuestra escapada de fin de semana cerca de Madrid, es con niños muy pequeños (o no acostumbrados a andar), podría ser una buena idea acceder en coche hasta El Raso, e iniciar la ruta desde allí. De este modo, la ruta duraría entorno a una hora y media y sin apenas desnivel, ¡ideal para realizar con toda la familia! El desvío para subir a El Raso, se encuentra a pocos minutos en coche, conduciendo desde Madrigal de la Vera dirección Candeleda. Os dejo aquí los datos por si os animáis a hacerla, ¡es totalmente recomendable!
Para cenar, se puede ir andando al pueblo por el camino viejo que sale justo de enfrente del Puente Romano, o se puede cenar en alguna de las terrazas que ofrecen los alojamientos turísticos en la misma rivera. A nosotros nos gustó el restaurante El Puente Romano ya que, al estar justo en la ladera del río, cuenta con unas vistas muy bonitas del mismo Puente Romano y del río. No cenamos mal y tampoco nos pareció caro.
Después de cenar, y para acabar de dar la bienvenida al fin de semana, finalizamos nuestro primer día de escapada con niños cerca de Madrid, disfrutando de unas bebidas en la tranquila terraza del bar de nuestro hotel ¡Mañana más!!
Día 2 de nuestra escapada de fin de semana con niños cerca de Madrid (sábado):
¡Para nuestro segundo día de escapada de fin de semana con niños cerca de Madrid, teníamos un montón de planes! El primer sitio que visitamos fue La Casa de las Abejas, en Poyales del Hoyo (a menos de media hora en coche), situado en una finca, se encuentra este museo donde ofrecen visitas guiadas un par de veces al día. Tienen unos panales expuestos, que se pueden observar a través de una cristalera, y un apicultor experto cuenta de manera muy amena montones de cosas acerca de estos curiosos insectos, tan importantes para el ecosistema. Salimos encantados, a la par que, asombrados por la organización social de las abejas melíferas, ¡las que hacen la miel! Os dejo aquí el enlace a su página web. Es un plan estupendo para ir con niños. Nuestro bebé se quedó dormido durante la visita, ¡pero al mayor le fascinó!
Desde aquí también se puede hacer una parte de la ruta del GR 180, arriba mencionada, por lo que, por sí mismo este lugar merece algo más de tiempo, que el que le dedicamos nosotros, para ser explorado. Ganas no nos faltaron, pero siendo una escapada familiar de fin de semana nada más, el tiempo es limitado. Al menos pudimos deleitarnos con la comida del restaurante. Uno de esos, cuyos platos tienen nombres muy bonitos pero no sé entiende lo que son. No tienen menú infantil, pero tienen unas tiras de pollo que a los niños les encantaron. Si queréis comer aquí es mejor reservar.
Después de comer pusimos rumbo a la Cascada del Diablo, que se encuentra dentro de la Garganta de Gualtamino, en Villanueva de la Vera. Una cascada espectacular, con un paseo chulo. Se deja el coche a un lado de la carretera, y a unos 150 metros por un sendero se puede vislumbrar el salto de agua. Hay que bajar unas escaleras con bastante pendiente, por lo que hay que tener cuidado con los niños. Un poco más arriba hay otras escaleras que bajan a la parte de arriba de la cascada. Por esta parte el acceso es más fácil, y se puede meter los pies en el agua. La visita a la cascada merece la pena. Os dejo un enlace con mas información, y unas fotos.
Al otro lado de la carretera se pueden visitar otras piscinas naturales, aunque a nosotros el día no nos dio para más. Se nos hacía tarde y los niños querían volver a las piscinas de enfrente de nuestro hotel en Madrigal de la Vera, donde tanto habían disfrutado el día anterior, así que, sin más dilación, llegamos al hotel, nos pusimos los bañadores y… ¡al agua patos otra vez!!!
Para la cena, por motivos prácticos, visitamos el restaurante de al lado de nuestro alojamiento, y así fue como conocimos la Terracita de verano del «Camping La Mata” con parque infantil y piscina de bolas, ¡perfecto para cenar con niños! La noche prometía, pero… el pequeño se enfurruñó porque no le dejábamos pasar al parque de bolas lleno de niños más mayores, y al mayor tuvimos que sacarle porque en el interior se había desatado una guerra de bolas un tanto inquietante, así que la noche para nosotros no fue lo que se dice idílica, pero el sitio ofrece varias alternativas de ocio para los niños,
Día 3 de nuestra Escapada de fin de semana con niños cerca de Madrid (domingo):
El último día de nuestra escapada de fin de semana con niños cerca de Madrid, emprendimos rumbo al espectacular Yacimiento del castro celta El Raso, pero tuvimos muy mala suerte. Coincidimos con una concentración de bicicletas, y debido a este evento prohibieron el acceso de coches al yacimiento. El día no estaba comenzando bien… y el disgusto de nuestro hijo mayor estaba a punto de derivar en una crisis familiar, por lo que urgía encontrar un plan alternativo, antes de que la crisis hiciera estragos en el último día de nuestro fin de semana de escapada con nuestros hijos.
Algo nerviosos emprendimos el camino de regreso a la carretera principal, mientras buscábamos
Tenía buena pinta, aun así, a nuestro hijo no acababa de convencerlo, pero claro… nada comparado con la ilusión de visitar un yacimiento de la edad de hierro… ¡a ver como superábamos este plan! Decididos a que ninguna concentración de bicicletas nos estropeara el fin de semana, le contamos a nuestro hijo que, en esta escapada íbamos a visitar unas ruinas prehistóricas secretas, y que nuestra misión era encontrar pistas de donde estaban situadas exactamente.
La historia coló… y así fue como volvimos a casa ¡con la maleta llena de piedras!! perdón… de antiguas puntas de fecha, xiles y cuchillos de la edad de piedra. ¡Fue un plan alternativo estupendo! La ruta transcurre entre pinos resineros. También pasamos por un colmenar, y una granja con cabras y ovejas. Es totalmente recomendable para hacer con niños. Sobre todo, en la época de setas, claro, y siempre y cuando paséis más de un día por la zona. Si en vuestra escapada de fin de semana con niños solo podéis hacer una ruta, yo recomendaría intentar ver el Yacimiento del Castro Celta.
Nosotros tardamos poco más de una hora en hacer todo el recorrido, y eso que nos parábamos casi con cada piedra del camino, y cada insecto. Al pequeño solemos portearle a la espalda, en la manduca, porque cuando anda, a menudo le da por ir en dirección contraria. Aun así, fue andando en varios tramos, por lo que dábamos cuatro pasos para delante y dos para atrás, pero se nos hizo ameno. Acabamos el paseíto un poco hambrientos, así que… tocaba buscar un lugar donde comer. Como a los niños les habían gustado tanto las piscinas naturales, decidimos visitar las piscinas de Candeleda.
Este pueblo no solo tiene rutas de senderismo interesantes, y para todos los niveles. También tiene varias piscinas como El Charco Carreras, La Barranca o La Paloma. Nosotros visitamos El Charco Carreras, y la verdad, nos pareció un lugar muy bonito. Como hoy el día amaneció más fresquito, no nos bañamos, pero pasamos un buen rato tirando piedras al agua e intentando hacer con ellas el salto de la rana.
Los niños disfrutaron mucho. Y para que disfrutaran los papas también, encargamos una paellita en el bar de enfrente. La paella estaba muy rica y muy bien de precio. Así que, para despedir nuestra escapada de fin de semana con niños, disfrutamos de la comida y del entorno hasta que empezó a llover a mares… en cuanto escampó un poco… ¡hora de irse a casa!
En conclusión, ha sido una escapada de fin de semana muy divertido, los niños han disfrutado muchísimo y los papás también, aunque nos ha faltado tiempo. Nuestro hijo mayor no para de repetir que quiere volver a esta zona, y el pequeño si supiera hablar, estoy segura de que diría lo mismo. ¡Se lo han pasado genial! Y es que la zona da mucho de sí. Hay muchas opciones para hacer, ¡y está a tan solo dos horitas de Madrid! Eso sí, reservad con antelación porque los alojamientos del lugar se llenan rápido, ¡ahora entendemos por qué! La próxima visita esperamos poder pasar al menos un par de días más por allí.
Si este contenido te ha parecido interesante, quizá te interesen también las siguientes publicaciones: